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lunes, 20 de septiembre de 2010

Capitulo 31: Problemas

- Tienen que hablar.-me susurro y se fue.

Me senté al lado de Adam y el no levantaba la vista. Después de diez minutos así le levante la cabeza y note mis manos húmedas. Había estado llorando.

- perdón.-dije y me abrace a el lo mas fuerte que pude.

- Es toda mi culpa.-dijo y me miro a la cara.

- Es mentira, es nuestra culpa, es nuestro problema.

El resto del día lo pase con Adam, falte a todas las clases, después le pediría la tarea a Mee. Cuando toco el timbre fui a los vestuarios y me puse mi uniforme de porrista. La pollera era demasiado corta y el escote de la remera era muy profundo. Odio a Misha.

Note la mirada de varias personas clavadas sobre mi mientras caminaba hacia el campus. Cuando llegue ya estaban todas juntas.

- Tarde Crawson.-me dijo Misha.

- Disculpa.-dije y me puse donde debía estar.

- Practiquemos la coreografía.-dijo y comenzamos a practicarla, no era muy difícil asi que me la aprendí rápido. Cuando terminamos Misha nos dio una charla.

- Como todas saben, Emily sale con uno de los chicos más lindos y populares del colegio: Adam Hindes. Muy bien por Emily. Ahora el anuncio importante, como todas saben los torneos entre colegios empiezan la semana entrante así que vamos a entrenar lunes y miércoles.-dijo.

- ¿Enserio sales con Adam?-me pregunto Jess.

- Si, es enserio. Somos amigos hace mucho tiempo.

- Wow, ¿Me haces un favor? Háblale a Liam de mi.

- Trato hecho.

- Gracias.-dijo y se fue.

- Por cierto Crawson, lindo uniforme.-me dijo Misha.

- Un poco corto ¿no lo crees?

- Al contrario, un poco largo.-dijo y se volteo.

Su pollera por poco la cubría y la remera tenia un escote peor que el mió y esta muy ceñida al cuerpo.

- Si no te gusta, tu problema.-dijo.

Volé hacia el salón de entrenamiento, al entrar la profesora Westerfeld me miraba de forma extraña.

- primero hablemos.-me dijo.

- ¿De que quire hablar?

- De tú y Adam.

- La quiero mucho por eso le pido que por favor no se meta.

- Emily, ¿sabes los riesgos que estas corriendo?

- Los se muy bien, por amor soy capaz de todo.

- ¿hasta de condenar a ti y a tu familia?

- No va a suceder eso.

- Nunca se sabe Emily.

- No va a suceder.-dije con los dientes apretados.

- Vamos a entrenar.-dijo.

- Hoy no quiero entrenar.

- Lo tienes que hacer, así tus poderes mejoran.

- Hoy no quiero, me voy a mi casa.-dije y Salí de la sala.

Volé hasta donde practicaban arco y flecha y espere sentada en un banco de los vestidores a que Adam saliera. De la nada entraron todos chicos sacándose la remera y transpirados, cuando notaron mi presencia gritaron: ¡Adam tienes visita!

- ¿Qué sucede?-dijo mi chico perfecto que entraba con la remera en una mano y su arco y flecha en otra, me quede embobada viéndolo y tuve que recordar que no estaba sola.

- Tu linda novia.-dijo uno.

- Exacto mi linda novia.-dijo resaltando la palabra mi.

- Ad, me llevas a casa.

- Yo te llevo linda.-dijo el mismo chico.

- ¡Ya basta Heath!-le grito Adam.

- ¿Tienes algún problema Adam?

- Contigo muchos y si te acercas a Em muchos más.-dijo furioso.

- Basta chicos.-dijo Liam

- Vamos Em.-dijo Adam y salimos de ahí.

- Perdón te debí haber esperado afuera.

- No es tu culpa amor. Son las hormonas de Heath al verte.

- Te quiero.-dije y lo abrace.

- Yo más. ¿A dónde quieres ir? ¿A tu casa?

- Si, quiero estar un tiempo en mi casa.

- Entonces, vamos a tu casa.-dijo y nos subimos a su camioneta.

Hablamos de cómo nos había ido en el día y de las típicas cosas. Yo escuchaba y asentía, no tenia fuerzas para contestar. Adam freno una cuadra antes, como siempre, y me miro fijo a los ojos.

- A mi no me puedes engañar, ¿Qué te sucede?-dijo.

- Me siento extraña, no se muy bien. Tengo miedo que la profesora Westerfeld le haya dicho algo a alguien.

- Linda, eso nunca va a pasar. Tranquila. Nosotros podemos con esto, somos grandes.-dijo de forma paternal y me dio un abrazo.

- Gracias.-dije mientras se me escapaban unas lagrimas.

- Hey no llores- me seco mis lagrimas- ¿quieres mi remera?

- Si.-fue lo único que pude decir.

- Va a estar todo bien, te lo aseguro.-dijo antes de que saliera. Nos besamos y sali de la camioneta.

Guarde su remera en mi mochila y entre a casa. Mi mama me esperaba con unas tostadas y un jugo de naranja.

- ¿Qué sucede?-pregunte mientras me sentaba y mordía un tostada.

- Nada, ¿Por qué viniste tan temprano?

- Me pelee con la profesora W y me quise ir. Vine en colectivo.

- Ah. ¿Qué tal tu día?

- Interesante.

- ¿interesante?

- Si, resulta que Mel Smith y Tay Huge son las mas lindas del colegio y ambas están en el ultimo año así que yo soy supuestamente la tercer chica mas linda del colegio y bueno ahora soy la mas linda y me estan “entrenando”, por decirlo de alguna forma para mantener ,mi puesto.

- Te felicito, tengo una hija muy linda.

- Me voy a bañar y a dormir, no tengo hambre.

- Bueno.

Fui a mi cuarto y saque de mi mochila la remera de Adam, me bañe y volví a mi cuarto. Me puse mi pijama y agarre su remera, me metí adentro de mi cama y me dormí. Esa noche tuve sueños muy extraños.

Mi cama se movía, escuchaba ruidos como de mudanza y puertas que se abrían y cerraban peor no estaba tan despierta como para preguntar que sucedía. Sentí que me levantaban en el aire y que me volvían a apoya. Volvi a escuchar los ruidos de mudanza y por fin todo se calmo y no había ningún ruido. Excepto cuando sono mi alarma.

Como todas las mañana estire mi mano pero me costo mucho alcanzar mi reloj sobrela mesa de luz ¿Habia sido que la mesa se había corrido y ese era el ruido de mudanza? Me despereze y abri los ojos. No estab en mi cuarto, había otra cama, otros muebles y otro color de pared. Me klevante corriendo y prendí la luz ¿Dónde estaba?

Estaban mi mesa de luz, mi poster de mi actor favorito: Taylor Lautner, mi ropa en el armario, pero ese no era mi cuarto. Menos con dos camas. Pegada en la puerta había una carta que decia Em, la abri con las manos temblorosas.

Em: perdon por esto, y sabemos que va a ser un cambio muy difícil para vos pero queremoslo mejor para mnuestra hija y creemos que esto es lo mejor. Nos enteramos lo que sucede con ese dragón y queremos que te alejes de todo ser de otra especie, por eso te enviamos a este internado solo de hadas. Esperamos que estes bien.

Te vamos a extrañar por un tiempo, papa y mama.